Técnica: Talla en madera de chico zapote y mixta.
Dimensiones: 1o8 x 78 cms
Bajo el título «Guerrero Maya», esta pieza, tallada en madera de chico zapote, es un portal al alma ancestral. El rostro, de perfil robusto y terroso, emerge de un abismo de oro bruñido, un resplandor que evoca el sol y la divinidad. La figura central, ataviada con pendientes turquesa y cuentas rituales, exhala una serenidad indomable bajo la capa de oro fundido que lo enmarca.
La textura rugosa dibuja un laberinto de glifos abstractos, como un códice silente que resguarda el secreto del tiempo. Este cerco de terracota y patrones geométricos ancla la visión en la tierra, mientras que el corazón dorado flota entre lo tangible y lo mítico. La obra es un fragmento de historia recuperado, donde la nobleza del guerrero palpita entre el marrón profundo de la noche y el destello eterno de su espíritu. Es un poema visual a la resistencia y al legado que trasciende la propia materia.





